A menudo, los espacios no pueden acomodar a todos los interesados al mismo tiempo. Esto puede incluir
exposiciones y presentaciones, jornadas de puertas abiertas, parques, zoológicos, museos o simplemente
espectáculos y representaciones que se realizan 3-4 veces al día, salas de escape e incluso salones de masajes
y mucho más.
Por eso, el organizador tiene la tarea de distribuir los horarios de visita para poder recibir a todos y que
se sientan cómodos en el lugar.
Si esto no se hace con anticipación, se formarán grandes filas en la entrada. Las personas tendrán que
esperar desde varios minutos hasta horas para su turno. Algunas dejarán una reseña negativa, otras simplemente
se irán.
No debemos olvidar las nuevas restricciones que todos hemos enfrentado últimamente, cuando es importante no
solo controlar la cantidad de personas en el lugar, sino también mantener la distancia entre ellas mientras
esperan en la fila o en la entrada.
